MIDLAND/ODESSA Texas – La ley SB8, firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, exige que todos los alguaciles y departamentos del sheriff colaboren directamente con ICE. Esta colaboración incluye preguntar por el estatus migratorio de personas durante paradas de tráfico o detenciones por cualquier tipo de delito.
Esto significa que cualquier inmigrante indocumentado que sea arrestado podrá ser identificado y referido a ICE, incluso si el motivo del arresto es menor, como manejar sin licencia.
Además, la ley obliga a los condados que operan una cárcel a firmar acuerdos 287(g) con ICE. Estos acuerdos permiten que los oficiales locales actúen como agentes migratorios dentro de las cárceles, reportando a personas sospechosas de estar indocumentadas.
Varios residentes y organizaciones han expresado preocupación, ya que consideran que la ley podría dar pie a discriminación por perfil racial. Como lo expresó un residente:
“Ahora, con solo verte latino, muchos sienten que ya tienen el derecho de preguntarte por tu estatus migratorio, simplemente por tu apariencia.”
El temor no solo gira en torno a la deportación, sino a lo que enfrentan los migrantes antes de ser deportados. Centros como Alligator, Alacrán y otros han sido señalados por la comunidad como inhumanos e inmorales, especialmente tras nuevas medidas impulsadas por la administración Trump.
Además, la ley le otorga al Fiscal General de Texas el poder de demandar a los alguaciles que se nieguen a cumplir con estas obligaciones.


