ALBUQUERQUE, Nuevo México – Si alguna vez ha visto una bicicleta completamente pintada de blanco al costado de la calle, ha sido testigo de una bicicleta fantasma. Estas bicicletas se colocan en los lugares donde ciclistas han perdido la vida tras un accidente con un vehículo y funcionan como un recuerdo permanente de los peligros que enfrentan quienes se desplazan en bicicleta.
En Albuquerque, se instaló recientemente una nueva bicicleta fantasma, reavivando la discusión sobre su significado y la importancia de la seguridad vial. Para la comunidad ciclista, estas bicicletas representan no solo memoria y luto, sino también un llamado de atención para todos los usuarios de la vía pública.
Pintadas de blanco en su totalidad, las bicicletas fantasma marcan lugares donde la vida de un ciclista fue truncada. Este movimiento comenzó en Missouri en 2003 y, con el tiempo, se ha expandido a ciudades de todo el mundo, desde Nueva York hasta Londres, convirtiéndose en un símbolo internacional de respeto y conciencia vial hacia los usuarios más vulnerables.
En Albuquerque, la organización sin fines de lucro Duke City Wheelmen es la encargada de instalar estas bicicletas. Su presidenta, Jennifer Buntz, explicó el mensaje que buscan transmitir:
“Queremos que estas bicicletas sirvan como un recordatorio de que las calles están diseñadas para muchos tipos de usuarios, y que todos debemos estar atentos.”
La bicicleta fantasma más reciente fue colocada en memoria de Larry Stoehr, un ciclista que perdió la vida tras ser impactado por un vehículo. Su fallecimiento se suma a otros casos que la comunidad ciclista busca que no se repitan. Buntz señaló que estas instalaciones también juegan un papel importante en el proceso de duelo de las familias:
“Cuando colocamos una bicicleta fantasma, tiene un impacto muy profundo en las familias, en su proceso de duelo y en saber que su ser querido no será olvidado.”
En noviembre, la ciudad de Albuquerque actualizó su código de tráfico por primera vez en más de 50 años, incorporando cambios para mejorar la seguridad de peatones y ciclistas. Sin embargo, los defensores de la seguridad vial señalan que estas medidas no son suficientes si no van acompañadas de un cambio de conciencia entre quienes conducen.
“Todo lo que la ciudad hace para mejorar la visibilidad y la seguridad es importante, pero es solo una parte del rompecabezas. También necesitamos que los conductores se comprometan,” afirmó Buntz.
Esta preocupación también es compartida por los residentes de la ciudad. Kateri Osburn, residente de Albuquerque, advirtió que la falta de atención al volante sigue siendo un riesgo constante:
“Hay personas que no están atentas, ya sea porque conducen demasiado rápido o porque no prestan atención a las señales viales o a los semáforos. Lamentablemente, eso seguirá ocurriendo, y creo que es realmente trágico.”
Para la comunidad ciclista, la educación vial comienza en casa. Buntz destacó la importancia de enseñar a las nuevas generaciones a compartir las calles de manera responsable y consciente, fomentando desde temprana edad el respeto hacia todos los usuarios de la vía.
Las bicicletas fantasma permanecen en las calles como recordatorios silenciosos. No desaparecen. Continúan contando historias y enviando un mensaje claro: la seguridad vial es una responsabilidad compartida.
Fuente original: Noticias New Mexico
Por Alexandra Callender
30 Dec, 2025





